El Espacio urbano se subdivide en dos temas:
El proceso de urbanización de España y el sistema de ciudades: principales etapas en el proceso de urbanización. El sistema interurbano: jerarquía, funciones y zonas de influencia. Principales áreas y ejes urbanos.
Morfología y estructura de la ciudad en España: Principales rasgos morfológicos de la ciudad en España. El plano de la ciudad. La estructura urbana: los usos del espacio en el interior de la ciudad
Estándares de aprendizaje y porcentajes 20%
- Define “ciudad” y aporta ejemplos.
- Identifica las características del proceso de urbanización.
- Explica la jerarquización urbana española.
- Analiza las influencias mutuas existentes entre la ciudad y el espacio que la rodea.
- Comenta un paisaje urbano a partir de una fuente gráfica.
- Analiza y explica el plano de la ciudad más cercana o significativa al lugar de residencia.
- Explica la morfología urbana y señala las partes de la ciudad sobre un plano de la misma.
- Analiza imágenes que expliquen la morfología y estructura urbana de la ciudad conocida.
Contenidos
- Concepto de ciudad y su influencia en la ordenación del territorio.
- Morfología y estructura urbanas.
- Las planificaciones urbanas.
- Características del proceso de urbanización.
- Las áreas de influencia.
- Los usos del suelo urbano.
- La red urbana española.
- Características del proceso de crecimiento espacial de las ciudades.
BLOQUE TEMÁTICO 10- EL ESPACIO URBANO. PROCESO DE URBANIZACIÓN Y FUNCIONES .EL ESPACIO URBANO (parte 1). MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA DE LA CIUDAD EN ESPAÑA (parte 2)
1. CONCEPTO DE CIUDAD (parte 1)
En primer lugar tenemos que establecer las diferencias entre espacio urbano y espacio rural
atendiendo a criterios:
a) Cuantitativo. En España el Instituto Nacional de Estadística (INE) considera urbanos los
municipios con más de 10.000 habitantes.
b) Cualitativos. Las ciudades muestran las siguientes características:
- Morfológicamente, se trata de un poblamiento concentrado, densamente edificado y
poblado. Predomina la vivienda colectiva y en altura.
- Funcionalmente, predomina la actividad económica industrial y los servicios.
- Funcionalmente, predomina la actividad económica industrial y los servicios.
- Sociológicamente, las relaciones son más impersonales y anónimas. Existe mayor
diversidad social.
- Espacialmente, ejerce una influencia sobre otros núcleos de población, más amplia cuanto mayor es el tamaño de la ciudad y más variadas sus funciones.
- Espacialmente, ejerce una influencia sobre otros núcleos de población, más amplia cuanto mayor es el tamaño de la ciudad y más variadas sus funciones.
2. PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA
A lo largo de la historia, la población española ha sido mayoritariamente rural, pero en poco tiempo
ha pasado a residir en ciudades. Así, se ha pasado de un 10% de población urbana en el siglo XVIII a
casi el 80% en la actualidad.
2.1. LA URBANIZACIÓN PREINDUSTRIAL
Abarca desde el origen de las ciudades hasta el inicio de la industrialización, en el siglo XIX.
Características:
Tasa de urbanización (porcentaje de población urbana) baja, menor del 10%. Pocas ciudades
superaban los 25.000 habitantes.
Los factores que favorecían la urbanización eran estratégico-militares (control del territorio),
político-administrativos (sede del poder político), económicos (control de recursos y desarrollo de
actividades comerciales y artesanales), culturales y religiosos.
Etapas del proceso de urbanización preindustrial:
a) En la Antigüedad:
- Durante la colonización griega y fenicia (ss. IX-VIII a.C.) se establecen factorías comerciales en la costa mediterránea y suratlántica. Son el origen de ciudades como Cádiz (fenicia) o Ampurias (griega).
- Durante la colonización griega y fenicia (ss. IX-VIII a.C.) se establecen factorías comerciales en la costa mediterránea y suratlántica. Son el origen de ciudades como Cádiz (fenicia) o Ampurias (griega).
- Los romanos (desde el s. III a.C.) fundan numerosas ciudades: Barcelona, Tarragona, Sevilla,
Valencia, Zaragoza… Trazan una red urbana unida por calzadas para facilitar el control del
territorio.
- Con las invasiones germánicas (desde el s. III) comienza una fase de desurbanización. Muchas ciudades desaparecen y se convierten en asentamientos rurales.
- Con las invasiones germánicas (desde el s. III) comienza una fase de desurbanización. Muchas ciudades desaparecen y se convierten en asentamientos rurales.
b) En la Edad Media debemos distinguir entre:
- El territorio musulmán (desde el 711). Se fundan nuevas ciudades como Madrid, Murcia o
Almería, aunque suelen aprovechar y revitalizar asentamientos anteriores (Zaragoza, Toledo,
Málaga, Granada o Córdoba).
Al-Mariya (Almería)
Al-Mariya (Almería)
- El territorio cristiano. Al principio la vida urbana es escasa, pero con la reconquista se
repuebla el territorio dando un impulso a las ciudades (nuevas o reconquistadas)
c) En la Edad Moderna:
- En el siglo XVI hay un crecimiento urbano por el aumento de la población y la expansión económica. Las zonas más urbanizadas son Andalucía y Castilla, y las ciudades más importantes Sevilla (controla el comercio con América) y Madrid (elegida capital por Felipe II).
- En el siglo XVI hay un crecimiento urbano por el aumento de la población y la expansión económica. Las zonas más urbanizadas son Andalucía y Castilla, y las ciudades más importantes Sevilla (controla el comercio con América) y Madrid (elegida capital por Felipe II).
- En el siglo XVII la urbanización se estanca por la crisis demográfica y económica.
- En el siglo XVIII, los Borbones reaniman el proceso urbanizador. Crecen sobre todo Madrid y
las localidades cantábricas y mediterráneas especializadas en el comercio marítimo. Se crean
nuevas ciudades como las ciudades palatinas en los alrededores de Madrid (Aranjuez, La
Granja o El Pardo) y las Nuevas Poblaciones de Pablo de Olavide en Sierra Morena y valle del
Guadalquivir.
2.2. LA URBANIZACIÓN INDUSTRIAL
Comprende desde el inicio de la industrialización (s.XIX) hasta la crisis económica de 1975.
La principal característica del periodo es que la tasa de urbanización experimenta un gran crecimiento, favorecido por la nueva división provincial de 1833 (impulsó el crecimiento de las ciudades elegidas capitales) y el éxodo rural hacia las ciudades en proceso de industrialización.
Las etapas de la urbanización industrial son:
a) Hasta mediados del s. XIX la población se concentra especialmente en las capitales de provincia y los centros de comercio marítimo.
b) Desde mediados del s. XIX hasta el inicio de la Guerra Civil la tasa de urbanización casi se duplica, ahora sí por el éxodo rural hacia las ciudades industriales.
c) La Guerra Civil y la posguerra ralentizan el crecimiento urbano.
d) La etapa de desarrollo (1960 y 1975) es la de mayor crecimiento económico y urbano del siglo. La industria sigue atrayendo mano de obra del campo a las grandes ciudades.
El turismo incrementa la población de los principales focos de atracción mediterráneos y de Baleares y Canarias.
2.3. LA URBANIZACIÓN POSTINDUSTRIAL
A partir de la crisis de 1975, la tasa de urbanización en España frena su crecimiento por la reducción del crecimiento natural y del éxodo rural. Los factores de la urbanización cambian:
a) La industria pierde peso y las ciudades industriales (sobre todo las del eje cantábrico) entran en declive. La producción industrial tiende a dispersarse por el espacio.
b) Las actividades terciarias ganan importancia como factor de urbanización, especialmente en las grandes metrópolis donde se concentran los servicios avanzados y los centros de decisión y gestión de las empresas (Barcelona y Madrid).
c) Junto a todo esto, se frena la concentración del crecimiento demográfico en las grandes ciudades, aunque estas siguen extendiéndose por el espacio circundante donde la saturación es menor y los precios son más baratos.
Como consecuencia de la expansión de la ciudad han surgido diferentes tipos de aglomeraciones urbanas:
Área metropolitana. Aglomeración formada por una ciudad principal y por varios municipios del entorno que mantienen importantes relaciones socioeconómicas (la ciudad central proporciona empleo y servicios, y los núcleos de área albergan trabajadores que se desplazan diariamente a la ciudad, e instalan actividades económicas procedentes de esta). Una buena red de transportes y comunicaciones es esencial para garantizar estas relaciones. El incremento de la inmigración extranjera desde 1990 ha revitalizado su crecimiento. Destacan las A.M. de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla.
Conurbación. Se origina cuando dos o más ciudades próximas se unen hasta formar un solo conjunto urbano, aunque cada una mantiene su independencia administrativa. En España podemos mencionar las conurbaciones Málaga-Marbella o Alicante-Elche-Santa Pola.
Región urbana. Aglomeración urbana discontinua formada por ciudades dispersas pero lo suficientemente densas como para que todo el territorio posea características urbanas. Se da, por ejemplo, en el centro de Asturias o en el País Vasco.
Megalópolis. Surge cuando diversas ciudades, con sus respectivas áreas metropolitanas, conurbaciones, etc. crecen hasta formar un grandísimo espacio urbano que abarca grandes extensiones de terreno. En España podría considerarse como tal el eje mediterráneo, desde la frontera francesa a Cartagena.
3. EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA URBANA, FUNCIONES DE LA CIUDAD Y ZONAS DE INFLUENCIA
Se entiende por sistema de ciudades la disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones de todo tipo que se establecen entre las mismas, así como con su entorno.
EL TAMAÑO DE LAS CIUDADES
El tamaño de una ciudad (nº de habitantes) otorga a las mismas un rango o número de orden en el sistema urbano.
En España, el mayor rango corresponde a quince aglomeraciones urbanas que superan los 500.000 habitantes, destacando el área metropolitana de Madrid, que ocupa el primer lugar en el sistema, y el área metropolitana de Barcelona, cuyo tamaño es mayor del que suele corresponder a la segunda aglomeración de un sistema nacional, lo que configura un sistema bipolar.
En cuanto a la distribución territorial de las principales ciudades, exceptuando Madrid, localizada en el centro peninsular, la mayoría se localiza en la periferia.
LAS FUNCIONES URBANAS
Las funciones urbanas son las actividades socioeconómicas desempeñadas por las ciudades que tienen una influencia hacia el exterior. Según su función principal, las ciudades pueden ser primarias, secundarias o terciarias, aunque las grandes ciudades desempeñan varias funciones simultáneamente.
Las ciudades primarias están especializadas en actividades del sector primario. Como ejemplo están las agrociudades andaluzas y levantinas o las ciudades mineras asturianas.
Las ciudades secundarias están especializadas en la industria, como algunas ciudades que pronto se incorporaron a la Revolución Industrial en el País Vasco, Cataluña o Asturias, o como muchas ciudades integrantes de las grandes áreas metropolitanas.
Las ciudades terciarias están especializadas en los servicios (empresariales, financieros, comerciales, de transporte, administrativos, culturales, sanitarios, religiosos, turísticos, etc.), que en la actualidad son los que mejor definen el rango y la influencia de una ciudad.
EL ÁREA DE INFLUENCIA URBANA
Las funciones desempeñadas hacia el exterior convierten a las ciudades en lugares centrales, que abastecen de bienes y servicios a un área más o menos extensa, denominada área de influencia. Ésta será mayor cuanto más diversas y especializadas sean las funciones urbanas: nacional, regional, subregional, comarcal o local.
LA JERARQUÍA URBANA ESPAÑOLA
Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia. Entre los criterios que se utilizan para medir la primacía y el nivel de centralidad de una ciudad se encuentran el tamaño demográfico, las funciones que desempeña y la extensión de su área de influencia.
En la jerarquía urbana española se distinguen las siguientes categorías:
a) Metrópolis.
Son las áreas metropolitanas que se encuentran en la cima de la jerarquía del sistema urbano. Se diferencian varios niveles:
Metrópolis nacionales.
Son las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, cuya población supera los tres millones de habitantes. Poseen las funciones más diversificadas: servicios muy especializados –financieros, de gestión, innovación, cultura, etc.-, numerosas oficinas de empresas nacionales y multinacionales e industrias de alta tecnología. Su área de influencia es nacional y mantienen estrechas relaciones con otras metrópolis internacionales, enlazando el sistema urbano español con el sistema europeo y mundial. Son ciudades altamente globalizadas.
Metrópolis regionales.
Son las áreas metropolitanas de Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza. Su población oscila entre 500.000 y 1,5 millones de habitantes. Cuentan con funciones diversificadas y servicios especializados. Su área de influencia es regional y mantienen intensas relaciones con las metrópolis nacionales. También tienen una importante proyección internacional, aunque bastante por detrás de Madrid y Barcelona.
Metrópolis subregionales o regionales de segundo orden.
Son áreas metropolitanas pequeñas como Valladolid, Murcia, Alicante o Granada. Tienen una población entre 200/250.000 y 500.000 habitantes. Poseen funciones diversificadas y servicios especializados (universidad), pero de influencia subregional.
b) Ciudades medias.
La mayoría son capitales de provincia con una población comprendida entre los 50.000 y los 200/250.000 habitantes, como por ejemplo Almería, Salamanca, Albacete, Badajoz, Burgos y Jaén. Sus funciones están menos diversificadas y se centran en servicios comerciales, administrativos y sociales de ámbito provincial. En los últimos años se han reforzado las funciones de estas ciudades, básicas para la distribución de servicios y para la configuración de territorios más equilibrados.
c) Ciudades pequeñas o villas.
Tienen una población entre 10.000 y 50.000 habitantes. Sus funciones son escasas y poco especializadas, aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta especialización (educación secundaria y profesional). Son nodos de transporte para la comarca y su área de influencia es comarcal.
4. PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS
Desde mediados del siglo XX, coincidiendo con los efectos de la industrialización, se consolida el sistema urbano español, impulsado por el desarrollo de las redes de transporte por carretera y ferrocarril. Sin embargo, el diferente desarrollo industrial implicó la aparición de fuertes desequilibrios territoriales, focalizándose el sistema de ciudades en los dos grandes centros urbanos de Madrid y Barcelona.
A partir de la década de 1980, el sistema urbano español ha experimentado cambios como consecuencia de diversos factores:
Los cambios en la economía española se han traducido en la disminución del peso de la industria (desindustrialización) a favor de las actividades terciarias (terciarización), con una mayor especialización en servicios avanzados. La desindustrialización provocó el estancamiento y declive de ciertas ciudades especializadas en sectores industriales maduros, como las del norte peninsular (País Vasco, Cantabria, Asturias), en algunas de las cuales se han desarrollado políticas de revitalización (Bilbao). La terciarización, con actividades ligadas al terciario avanzado (innovación tecnológica, informatización, comercialización…), el comercio, el turismo o la cultura, junto con la mejora en los transportes y las comunicaciones y la valoración de la calidad de vida y del medio ambiente, han ofrecido a las ciudades la posibilidad de mejorar su posición en el sistema urbano (español, europeo y mundial).
La implantación del Estado de las autonomías ha favorecido la constitución de sistemas urbanos regionales, caracterizados por el incremento del peso de las capitales autonómicas y de las relaciones entre las ciudades de la propia comunidad, aunque a veces en detrimento de las relaciones con Madrid y con otros sistemas regionales.
La incorporación de España a la Unión Europea ha supuesto la integración de las ciudades españolas en la jerarquía urbana y en el sistema de ciudades europeo. Excepto Madrid y Barcelona, que ocupan una posición privilegiada en la jerarquía urbana europea, el resto de ciudades españolas tienen una menor proyección internacional. Por su parte, la red urbana española ocupa una posición periférica en el conjunto de Europa, siendo las ciudades del eje mediterráneo las que se encuadran en el dinámico eje mediterráneo europeo.
GRANDES EJES DE DESARROLLO URBANO
El sistema urbano peninsular se caracteriza por la localización en el centro de la mayor aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada por ejes urbanos periféricos y por un interior poco urbanizado, sin ejes integrados.
a) Madrid
Es el núcleo urbano principal de España. Se caracteriza por sus funciones terciarias y mantiene relaciones con las principales ciudades españolas.
b) Ejes urbanos periféricos
Se disponen de forma semianular en torno a la capital.
Eje atlántico gallego. Se extiende por la costa entre Ferrol y Vigo, con prolongaciones hacia el interior (Ourense y Lugo). Está especializado en el comercio.
Eje cantábrico. Es un eje discontinuo que incluye el triángulo asturiano (Oviedo-Gijón-Avilés), Santander y el triángulo vasco (Bilbao-San Sebastián-Vitoria), con ramificaciones hacia el interior (León, Burgos y Logroño). En fase de ajuste, con pérdida de preeminencia de la industria como factor de urbanización.
Eje mediterráneo. Se extiende desde Girona hasta Cartagena y es el eje más dinámico, con una industria muy diversificada y un fuerte peso de los servicios, sobre todo del turismo.
Eje del valle del Ebro. Enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo y tiene como ciudad principal a Zaragoza. Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios.
Eje andaluz. Es un eje doble, con una rama litoral y otra interior. El eje litoral, entre Almería y Huelva, es dinámico y está especializado en el comercio, el turismo y la agricultura tecnificada. El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, es menos dinámico y sus ciudades están ligadas a las actividades agrarias, la industria local y el turismo.
c) El interior peninsular
Carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas ciudades especializadas en el comercio y la agroalimentación.
d) Islas Baleares y Canarias
La formación de ejes urbanos se ve dificultada por la fragmentación territorial en islas. Las ciudades más destacadas son las capitales autonómicas, y el factor de urbanización principal es el turismo.
5. PRINCIPALES RASGOS MORFOLÓGICOS DE LA CIUDAD EN ESPAÑA (parte 2)
La morfología urbana es el aspecto externo que presenta la ciudad. Está influida por la situación y el emplazamiento urbano.
El emplazamiento es el espacio concreto sobre el que se asienta la ciudad. Depende de las características del medio físico (topografía) y, de la función para la que se creó la ciudad. La función defensiva da lugar a emplazamiento sobre colinas y la comercial, a lo largo de las vías de comunicación.
La situación es la posición relativa de la ciudad respecto a un entorno geográfico amplio (ríos, montañas, vías de comunicación…).
La morfología, por tanto, es el resultado de la combinación del plano, construcción y usos del suelo.
En España es frecuente encontrar la siguiente estructura urbana (división en áreas características): un casco antiguo preindustrial, un ensanche de época industrial y una periferia posindustrial. Esta división es producto de la propia evolución de la ciudad.
a) La ciudad preindustrial: el casco antiguo
La parte antigua de la ciudad, urbanizada desde su origen, es el CASCO HISTÓRICO (también Casco Antiguo o Centro Histórico). Ocupa una pequeña parte de la ciudad actual pero tiene gran valor cultural. Los cascos históricos suelen tener unas características comunes:
- Murallas que defendían, garantizaban el cobro de impuestos y aislaban en caso de epidemias a las ciudades.
- Planos irregulares en las ciudades antiguas y medievales (musulmanas y cristianas). No obstante podían encontrarse planos radiocéntricos (alta Edad Media), lineales (por ejemplo en torno al Camino de Santiago) y en cuadrícula (ciudades de nueva planta romanas, barrocas…).
- Trama urbana cerrada, con edificación unifamiliar de baja altura.
- Usos del suelo diversos (multifuncionalidad): viviendas, comercios, talleres, edificios públicos…
- Coexistencia de distintos grupos sociales, aunque con cierta jerarquización. El centro era el lugar más destacado donde vivía la élite y se concentraba el poder político y religioso.
Pese a estas características comunes, encontramos diferencias según las aportaciones realizadas en los distintos momentos históricos:
1. Tras la etapa preurbana, las primeras ciudades de la Península deben su origen a las colonizaciones fenicia, púnica y griega (siglo VIII a.C.). Estos pueblos comerciantes fundaron nuevas poblaciones a lo largo del litoral mediterráneo entre las que destaca Cádiz, la primera ciudad de Occidente.
2. La época romana supuso un avance en la consolidación de la urbanización. La ciudad fue un vehículo de romanización y los romanos crearon un modelo propio, con plano en damero
derivado del campamento militar, estructurado en torno a dos vías principales: el cardo (de N a S) y el decumano (de E a O). En el cruce de ambas se encontraba el foro, que acogía a los edificios principales. Ejemplos: León o Tarragona.
3. La ciudad medieval:
Musulmana. Tenía un núcleo principal amurallado, la medina, donde se situaban la mezquita, el zoco y los barrios residenciales. Fuera de la muralla estaban los arrabales o barrios de trabajadores. El plano era irregular, con frecuentes callejones sin salida (adarves). Las fachadas de las casas eran sencillas y con pocos vanos. Ejemplos: Sevilla, Córdoba o Toledo.
Cristiana. La urbanización sufrió un retroceso. Sólo a partir del siglo X hay un resurgimiento de las ciudades propiciado por la apertura del Camino de Santiago y a la intensificación del proceso de Reconquista y de repoblación. Las ciudades estaban amuralladas, y en su centro solía haber un castillo o iglesia. Tenían plazas para el mercado. Aparecen planos de todo tipo.
4. La ciudad del Renacimiento. Durante esta etapa de prosperidad y crecimiento demográfico, la ciudad antigua y medieval se amplía con nuevos barrios de plano regular. Se construyen plazas mayores donde se instalan el ayuntamiento y el mercado. Desde estas plazas parten “calles mayores” de trazado rectilíneo.
5. La ciudad durante el Barroco y la Ilustración. Se busca su embellecimiento trazando amplias avenidas con perspectivas, grandes plazas, jardines, etc. Se construyen edificios monumentales religiosos y civiles, y se mejoran las infraestructuras de abastecimiento e higiene. Ejemplo: Aranjuez o el Madrid de Carlos III.
b) La ciudad de época industrial
Con la industrialización, durante el siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, las ciudades sufren modificaciones:
Las instalaciones industriales se establecen en la periferia urbana, junto a las principales vías de acceso a la ciudad, y junto a los puertos y estaciones ferroviarias. Los trabajadores que emigran a las ciudades industriales se instalan en barrios marginales surgidos alrededor del ensanche, a lo largo de los caminos que parten de la ciudad o junto a las industrias y estaciones ferroviarias.
Los barrios obreros se crean con planos desorganizados, tramas cerradas y densas y edificaciones pequeñas y de baja calidad. Se entremezclan residencias obreras, industrias, talleres y almacenes. Los servicios y equipamientos son escasos, siendo estos barrios focos de enfermedades infecciosas y descontento social.
El derribo de las murallas ya que suponían un obstáculo para el crecimiento y la movilidad de la ciudad. En algunos casos se crearon rondas de circunvalación (Valencia, Sevilla…) siguiendo el antiguo trazado de las murallas.
La llegada del ferrocarril, hito decisivo que mejoró las comunicaciones y cuya necesidad de espacio transformó importantes sectores extramuros: surgen nuevos barrios alrededor de las estaciones; las líneas férreas supusieron también barreras que influyeron en el crecimiento urbano y en las relaciones entre los distintos sectores de la ciudad.
Para adaptarse a las nuevas circunstancias urbanas, se pusieron en marcha una serie de operaciones:
Los proyectos de reforma interior para mejorar las condiciones de vida de la población. Se construyen cementerios, mataderos públicos y viviendas, acometidas de aguas, saneamiento,pavimentación de calles, etc. Pero, sobre todo, se abren nuevas calles o se alinean las ya existentes para adaptarlas a las nuevas necesidades de la circulación. Se abren grandes vías con edificios majestuosos siguiendo el ejemplo de París en ciudades como Madrid, Granada o Barcelona. En algunos casos éstas fueron trazadas dentro del casco antiguo.
Los planes de ensanche. El ensanche es un espacio nuevo que responde al deseo de crecimiento urbano burgués, recogiendo su idea de orden (plano ortogonal) e higiene (pavimentación, alcantarillado, abastecimiento de agua y zonas verdes). Se trazan calles ortogonales que forman grandes manzanas en las que se levantan edificios dispuestos en torno a un gran patio central. Son zonas de una calidad medioambiental muy alta destinadas a acoger las viviendas burguesas, por lo que terminan favoreciendo la segregación social en la ciudad.
Los primeros ensanches se hicieron en las ciudades más dinámicas, destacando el de Barcelona (Plan de Ildefonso Cerdá, 1859) y el de Madrid (Plan de José María de Castro, 1960). A lo largo de los siglos XIX y XX se difundieron a otras ciudades.
Por otro lado, la intensa urbanización durante el siglo XX causa profundos cambios en el paisaje urbano español, en la organización de la ciudad y en las condiciones medioambientales urbanas. Los hitos urbanísticos más significativos del período son:
La ciudad-jardín. Se basa en las ideas del inglés Ebenezar Howard, cuyo objetivo era acercar la naturaleza a la ciudad dotando a las viviendas de un huerto o jardín. Inicialmente se concibe para el proletariado, pero la escasa rentabilidad del proyecto hace que las empresas privadas lo orienten hacia las clases medias, dando lugar a zonas de mejor calidad. La idea se traduce en la creación de nuevas ciudades próximas a la gran urbe en muchas ciudades españolas (Vitoria, Málaga, Almería…).
La ciudad lineal de Arturo Soria en Madrid se inspira en ideas similares. Se concibe como una gran calle, de 40 metros de ancho, bordeada de manzanas de casas unifamiliares con huerto y jardín. Por ella discurren los servicios básicos (agua, alcantarillado, electricidad) y el transporte (ferrocarril y tranvías). Tuvo una enorme proyección internacional, y hoy en día está muy modificado, pues la mayoría de las viviendas unifamiliares han sido sustituidas por bloques, oficinas y centros comerciales.
Los barrios marginales de infravivienda o chabolas. Surgen sobre suelo ilegal sin organización urbanística. Las viviendas son de autoconstrucción (con materiales de desecho) y carecen de servicios básicos (agua, luz, saneamiento…). La mayor expansión se da en los años 50 por el éxodo rural, especialmente en las grandes ciudades. Con el tiempo algunos de estos barrios se integran en la ciudad (como el Pozo del Tío Raimundo en Madrid o Camp de la Bota en Barcelona). Hay que mencionar que en la actualidad el problema se ha acrecentado, ligado a la inmigración y la marginalidad.
Los barrios de viviendas de promoción oficial. De gran desarrollo entre 1940-60. Se construyen con ayuda estatal y se limita el precio de venta o alquiler. Suelen ser barrios de trama abierta, con viviendas unifamiliares o bloques y poca calidad, así como graves carencias de equipamientos y servicios.
c) La ciudad de época postindustrial (a partir de los años 70)
Los polígonos residenciales de promoción privada. Ya en los años 60 comenzó la construcción de bloques exentos de elevada densidad residencial, viviendas pequeñas y de baja calidad, en zonas sin equipamientos sociales. En ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao se van borrando los límites entre el espacio urbano y el rural, al absorber las grandes ciudades a los municipios rurales próximos.
Las áreas de vivienda unifamiliar. Proliferan en la periferia desde los años 80, por el deseo de la clase media de tener contacto con la naturaleza y facilitado por la generalización del automóvil. Presentan trama abierta y edificación individual en viviendas exentas o adosadas. El uso del suelo es básicamente residencial.
Las áreas industriales y de equipamiento en la periferia. Se localizan junto a las principales vías de acceso a la ciudad, buscando la proximidad urbana y suelo abundante a precio asequible. Junto a antiguos polígonos industriales aparecen modernos parques tecnológicos y empresariales. También surgen áreas de equipamiento (grandes superficies comerciales, centros sanitarios, etc.) fruto de la actual descentralización de las actividades económicas hacia la periferia urbana.
6. EL PLANO DE LA CIUDAD
Cuando hablamos de morfología urbana hacemos referencia al aspecto que presenta la ciudad. Dicha morfología está influida por los siguientes factores:
El emplazamiento. Es el lugar concreto en el que se asienta la ciudad (un cerro, un estrecho, un valle, una isla…)
La situación. Se refiere al entorno geográfico de la ciudad, es decir, a su localización con respecto a otros lugares o regiones (el centro de un país o una región, un área costera, una zona rica en recursos naturales, un encrucijada de caminos…)
Pero si hay un elemento importante a la hora de analizar la morfología de una ciudad ese es el plano. Un plano es una representación gráfica de las superficies construidas (viviendas, edificios públicos…) y de los espacios libres (calles, plazas, parques…) de una localidad. Nos muestra el desarrollo de ese lugar a lo largo de la historia.
Se suelen distinguir tres tipos de plano:
El plano irregular. Se compone de un complejo entramado de calles estrechas y cortas y callejones sin salida. No responde a una forma geométrica determinada.
El plano radiocéntrico. Tiene un centro del que parten calles radiales, cortadas por otras en forma de círculos concéntricos. Puede ser regular o irregular.
El plano ortogonal, en cuadrícula o damero. Está formado por calles rectas que se cortan perpendicularmente.
El plano lineal. De forma alargada, suele ser producto de la adaptación al valle de un río, a la costa o a un eje de comunicación.
Dentro de las superficies construidas de un plano podemos observar:
* La trama urbana. Es la disposición de los edificios. Puede ser cerrada (si los edificios se disponen unos junto a otros) o abierta (cuando los edificios dejan amplios espacios libres entre ellos).
* La edificación. Puede ser colectiva y en altura (bloques y torres) o individual (viviendas exentas o adosadas).
7. LA ESTRUCTURA URBANA: LOS USOS DEL ESPACIO EN EL INTERIOR DE LA CIUDAD
La estructura de la ciudad está condicionada por las funciones a las que se destina el suelo urbano. Se pueden distinguir varias zonas: el centro, las áreas residenciales, las áreas industriales, las áreas comerciales, las zonas verdes y el área suburbana.
a) El centro. En España, como en las ciudades europeas, se corresponde con el casco histórico (que puede o no coincidir con el centro de negocios). Es la zona más antigua de la ciudad, y en ella se concentran edificios singulares de gran valor histórico (ayuntamiento, iglesias...).
En este espacio se desarrolla una gran actividad comercial y se localizan establecimientos de ocio y las principales instituciones financieras. Está bien comunicado y suele contar con mucho trafíco tanto de vehículos como de peatones. El precio del suelo es elevado.
b) Áreas residenciales. Se sitúan por toda la ciudad, y se pueden clasificar atendiendo al nivel económico de sus habitantes:
Barrios de grupos sociales acomodados, con viviendas, servicios y equipamientos de calidad.
Barrios de grupos sociales menos acomodados, con menos servicios y tanto éstos como las viviendas de menor calidad.
c) Áreas industriales. Tradicionalmente se situaban en el centro de la ciudad, próximos a una estación de ferrocarril o a un puerto. Pero actualmente, debido al impacto medioambiental que producen, se localizan en la periferia urbana, cerca de las grandes vías de comunicación. Sólo las industrias no contaminantes se instalan en zonas residenciales.
d) Áreas comerciales. Aunque el comercio se distribuye por todo el espacio urbano, puede establecerse
la siguiente clasificación:
· Pequeño comercio. Se localiza en las áreas residenciales.
· Comercio especializado y grandes almacenes. En el centro.
· Grandes superficies comerciales (hipermercados y centros comerciales). Suelen localizarse en la periferia de las ciudades.
e) Zonas verdes. Son áreas no edificadas en las que predomina la vegetación y que se distribuyen por toda la ciudad. Son espacios para el ocio beneficiosos para el medio ambiente y que mejoran la imagen de la ciudad. Sus dimensiones son variables, desde los pequeños jardines de las áreas residenciales hasta los grandes parques metropolitanos.
f) Área suburbana. Es una zona que antes era rural y que se ha convertido en urbana como consecuencia del crecimiento de las ciudades. En ella se localizan servicios e industrias, así como zonas residenciales que constituyen los llamados “barrios dormitorio” (en los que predomina la función residencial).
Por otro lado, no podemos dejar de hablar del urbanismo, que se encarga de la planificación urbana, es decir, de proyectar nuevos espacios para el futuro crecimiento de la ciudad, o de transformar los existentes en función de la demanda social de cada momento.
Desde 1975 el urbanismo español ha estado marcado por:
Las Comunidades Autónomas han adquirido competencias en urbanismo. También se ha desarrollado el planeamiento urbanístico municipal mediante diversos planes, entre los cuales destaca el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como instrumento básico para la ordenación urbanística integral del municipio (usos del suelo; clasificación del mimo en urbano, urbanizable y no urbanizable; densidad edificatoria, red viaria, equipamientos, medidas de protección ambiental, etc.).
Una mayor participación de la ciudadanía en la planificación urbana, a través de organizaciones ciudadanas que reclaman medidas concretas para mejorar la calidad de vida de sus barrios.
📹Vídeo tutorial sobre el tema:
https://drive.google.com/file/d/0B8rc8wbY1AkQRjVZZmtPaWFHRFE/view?usp=sharing
2.2. LA URBANIZACIÓN INDUSTRIAL
Comprende desde el inicio de la industrialización (s.XIX) hasta la crisis económica de 1975.
La principal característica del periodo es que la tasa de urbanización experimenta un gran crecimiento, favorecido por la nueva división provincial de 1833 (impulsó el crecimiento de las ciudades elegidas capitales) y el éxodo rural hacia las ciudades en proceso de industrialización.
Las etapas de la urbanización industrial son:
a) Hasta mediados del s. XIX la población se concentra especialmente en las capitales de provincia y los centros de comercio marítimo.
b) Desde mediados del s. XIX hasta el inicio de la Guerra Civil la tasa de urbanización casi se duplica, ahora sí por el éxodo rural hacia las ciudades industriales.
c) La Guerra Civil y la posguerra ralentizan el crecimiento urbano.
d) La etapa de desarrollo (1960 y 1975) es la de mayor crecimiento económico y urbano del siglo. La industria sigue atrayendo mano de obra del campo a las grandes ciudades.
El turismo incrementa la población de los principales focos de atracción mediterráneos y de Baleares y Canarias.
2.3. LA URBANIZACIÓN POSTINDUSTRIAL
A partir de la crisis de 1975, la tasa de urbanización en España frena su crecimiento por la reducción del crecimiento natural y del éxodo rural. Los factores de la urbanización cambian:
a) La industria pierde peso y las ciudades industriales (sobre todo las del eje cantábrico) entran en declive. La producción industrial tiende a dispersarse por el espacio.
b) Las actividades terciarias ganan importancia como factor de urbanización, especialmente en las grandes metrópolis donde se concentran los servicios avanzados y los centros de decisión y gestión de las empresas (Barcelona y Madrid).
c) Junto a todo esto, se frena la concentración del crecimiento demográfico en las grandes ciudades, aunque estas siguen extendiéndose por el espacio circundante donde la saturación es menor y los precios son más baratos.
Como consecuencia de la expansión de la ciudad han surgido diferentes tipos de aglomeraciones urbanas:
Área metropolitana. Aglomeración formada por una ciudad principal y por varios municipios del entorno que mantienen importantes relaciones socioeconómicas (la ciudad central proporciona empleo y servicios, y los núcleos de área albergan trabajadores que se desplazan diariamente a la ciudad, e instalan actividades económicas procedentes de esta). Una buena red de transportes y comunicaciones es esencial para garantizar estas relaciones. El incremento de la inmigración extranjera desde 1990 ha revitalizado su crecimiento. Destacan las A.M. de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla.
Conurbación. Se origina cuando dos o más ciudades próximas se unen hasta formar un solo conjunto urbano, aunque cada una mantiene su independencia administrativa. En España podemos mencionar las conurbaciones Málaga-Marbella o Alicante-Elche-Santa Pola.
Región urbana. Aglomeración urbana discontinua formada por ciudades dispersas pero lo suficientemente densas como para que todo el territorio posea características urbanas. Se da, por ejemplo, en el centro de Asturias o en el País Vasco.
Megalópolis. Surge cuando diversas ciudades, con sus respectivas áreas metropolitanas, conurbaciones, etc. crecen hasta formar un grandísimo espacio urbano que abarca grandes extensiones de terreno. En España podría considerarse como tal el eje mediterráneo, desde la frontera francesa a Cartagena.
3. EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA URBANA, FUNCIONES DE LA CIUDAD Y ZONAS DE INFLUENCIA
Se entiende por sistema de ciudades la disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones de todo tipo que se establecen entre las mismas, así como con su entorno.
EL TAMAÑO DE LAS CIUDADES
El tamaño de una ciudad (nº de habitantes) otorga a las mismas un rango o número de orden en el sistema urbano.
En España, el mayor rango corresponde a quince aglomeraciones urbanas que superan los 500.000 habitantes, destacando el área metropolitana de Madrid, que ocupa el primer lugar en el sistema, y el área metropolitana de Barcelona, cuyo tamaño es mayor del que suele corresponder a la segunda aglomeración de un sistema nacional, lo que configura un sistema bipolar.
En cuanto a la distribución territorial de las principales ciudades, exceptuando Madrid, localizada en el centro peninsular, la mayoría se localiza en la periferia.
LAS FUNCIONES URBANAS
Las funciones urbanas son las actividades socioeconómicas desempeñadas por las ciudades que tienen una influencia hacia el exterior. Según su función principal, las ciudades pueden ser primarias, secundarias o terciarias, aunque las grandes ciudades desempeñan varias funciones simultáneamente.
Las ciudades primarias están especializadas en actividades del sector primario. Como ejemplo están las agrociudades andaluzas y levantinas o las ciudades mineras asturianas.
Las ciudades secundarias están especializadas en la industria, como algunas ciudades que pronto se incorporaron a la Revolución Industrial en el País Vasco, Cataluña o Asturias, o como muchas ciudades integrantes de las grandes áreas metropolitanas.
Las ciudades terciarias están especializadas en los servicios (empresariales, financieros, comerciales, de transporte, administrativos, culturales, sanitarios, religiosos, turísticos, etc.), que en la actualidad son los que mejor definen el rango y la influencia de una ciudad.
EL ÁREA DE INFLUENCIA URBANA
Las funciones desempeñadas hacia el exterior convierten a las ciudades en lugares centrales, que abastecen de bienes y servicios a un área más o menos extensa, denominada área de influencia. Ésta será mayor cuanto más diversas y especializadas sean las funciones urbanas: nacional, regional, subregional, comarcal o local.
LA JERARQUÍA URBANA ESPAÑOLA
Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia. Entre los criterios que se utilizan para medir la primacía y el nivel de centralidad de una ciudad se encuentran el tamaño demográfico, las funciones que desempeña y la extensión de su área de influencia.
En la jerarquía urbana española se distinguen las siguientes categorías:
a) Metrópolis.
Son las áreas metropolitanas que se encuentran en la cima de la jerarquía del sistema urbano. Se diferencian varios niveles:
Metrópolis nacionales.
Son las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, cuya población supera los tres millones de habitantes. Poseen las funciones más diversificadas: servicios muy especializados –financieros, de gestión, innovación, cultura, etc.-, numerosas oficinas de empresas nacionales y multinacionales e industrias de alta tecnología. Su área de influencia es nacional y mantienen estrechas relaciones con otras metrópolis internacionales, enlazando el sistema urbano español con el sistema europeo y mundial. Son ciudades altamente globalizadas.
Metrópolis regionales.
Son las áreas metropolitanas de Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza. Su población oscila entre 500.000 y 1,5 millones de habitantes. Cuentan con funciones diversificadas y servicios especializados. Su área de influencia es regional y mantienen intensas relaciones con las metrópolis nacionales. También tienen una importante proyección internacional, aunque bastante por detrás de Madrid y Barcelona.
Metrópolis subregionales o regionales de segundo orden.
Son áreas metropolitanas pequeñas como Valladolid, Murcia, Alicante o Granada. Tienen una población entre 200/250.000 y 500.000 habitantes. Poseen funciones diversificadas y servicios especializados (universidad), pero de influencia subregional.
b) Ciudades medias.
La mayoría son capitales de provincia con una población comprendida entre los 50.000 y los 200/250.000 habitantes, como por ejemplo Almería, Salamanca, Albacete, Badajoz, Burgos y Jaén. Sus funciones están menos diversificadas y se centran en servicios comerciales, administrativos y sociales de ámbito provincial. En los últimos años se han reforzado las funciones de estas ciudades, básicas para la distribución de servicios y para la configuración de territorios más equilibrados.
c) Ciudades pequeñas o villas.
Tienen una población entre 10.000 y 50.000 habitantes. Sus funciones son escasas y poco especializadas, aunque pueden contar con algunos equipamientos de cierta especialización (educación secundaria y profesional). Son nodos de transporte para la comarca y su área de influencia es comarcal.
4. PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS
Desde mediados del siglo XX, coincidiendo con los efectos de la industrialización, se consolida el sistema urbano español, impulsado por el desarrollo de las redes de transporte por carretera y ferrocarril. Sin embargo, el diferente desarrollo industrial implicó la aparición de fuertes desequilibrios territoriales, focalizándose el sistema de ciudades en los dos grandes centros urbanos de Madrid y Barcelona.
A partir de la década de 1980, el sistema urbano español ha experimentado cambios como consecuencia de diversos factores:
Los cambios en la economía española se han traducido en la disminución del peso de la industria (desindustrialización) a favor de las actividades terciarias (terciarización), con una mayor especialización en servicios avanzados. La desindustrialización provocó el estancamiento y declive de ciertas ciudades especializadas en sectores industriales maduros, como las del norte peninsular (País Vasco, Cantabria, Asturias), en algunas de las cuales se han desarrollado políticas de revitalización (Bilbao). La terciarización, con actividades ligadas al terciario avanzado (innovación tecnológica, informatización, comercialización…), el comercio, el turismo o la cultura, junto con la mejora en los transportes y las comunicaciones y la valoración de la calidad de vida y del medio ambiente, han ofrecido a las ciudades la posibilidad de mejorar su posición en el sistema urbano (español, europeo y mundial).
La implantación del Estado de las autonomías ha favorecido la constitución de sistemas urbanos regionales, caracterizados por el incremento del peso de las capitales autonómicas y de las relaciones entre las ciudades de la propia comunidad, aunque a veces en detrimento de las relaciones con Madrid y con otros sistemas regionales.
La incorporación de España a la Unión Europea ha supuesto la integración de las ciudades españolas en la jerarquía urbana y en el sistema de ciudades europeo. Excepto Madrid y Barcelona, que ocupan una posición privilegiada en la jerarquía urbana europea, el resto de ciudades españolas tienen una menor proyección internacional. Por su parte, la red urbana española ocupa una posición periférica en el conjunto de Europa, siendo las ciudades del eje mediterráneo las que se encuadran en el dinámico eje mediterráneo europeo.
GRANDES EJES DE DESARROLLO URBANO
El sistema urbano peninsular se caracteriza por la localización en el centro de la mayor aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada por ejes urbanos periféricos y por un interior poco urbanizado, sin ejes integrados.
a) Madrid
Es el núcleo urbano principal de España. Se caracteriza por sus funciones terciarias y mantiene relaciones con las principales ciudades españolas.
b) Ejes urbanos periféricos
Se disponen de forma semianular en torno a la capital.
Eje atlántico gallego. Se extiende por la costa entre Ferrol y Vigo, con prolongaciones hacia el interior (Ourense y Lugo). Está especializado en el comercio.
Eje cantábrico. Es un eje discontinuo que incluye el triángulo asturiano (Oviedo-Gijón-Avilés), Santander y el triángulo vasco (Bilbao-San Sebastián-Vitoria), con ramificaciones hacia el interior (León, Burgos y Logroño). En fase de ajuste, con pérdida de preeminencia de la industria como factor de urbanización.
Eje mediterráneo. Se extiende desde Girona hasta Cartagena y es el eje más dinámico, con una industria muy diversificada y un fuerte peso de los servicios, sobre todo del turismo.
Eje del valle del Ebro. Enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo y tiene como ciudad principal a Zaragoza. Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios.
Eje andaluz. Es un eje doble, con una rama litoral y otra interior. El eje litoral, entre Almería y Huelva, es dinámico y está especializado en el comercio, el turismo y la agricultura tecnificada. El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, es menos dinámico y sus ciudades están ligadas a las actividades agrarias, la industria local y el turismo.
c) El interior peninsular
Carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas ciudades especializadas en el comercio y la agroalimentación.
d) Islas Baleares y Canarias
La formación de ejes urbanos se ve dificultada por la fragmentación territorial en islas. Las ciudades más destacadas son las capitales autonómicas, y el factor de urbanización principal es el turismo.
5. PRINCIPALES RASGOS MORFOLÓGICOS DE LA CIUDAD EN ESPAÑA (parte 2)
La morfología urbana es el aspecto externo que presenta la ciudad. Está influida por la situación y el emplazamiento urbano.
El emplazamiento es el espacio concreto sobre el que se asienta la ciudad. Depende de las características del medio físico (topografía) y, de la función para la que se creó la ciudad. La función defensiva da lugar a emplazamiento sobre colinas y la comercial, a lo largo de las vías de comunicación.
La situación es la posición relativa de la ciudad respecto a un entorno geográfico amplio (ríos, montañas, vías de comunicación…).
La morfología, por tanto, es el resultado de la combinación del plano, construcción y usos del suelo.
En España es frecuente encontrar la siguiente estructura urbana (división en áreas características): un casco antiguo preindustrial, un ensanche de época industrial y una periferia posindustrial. Esta división es producto de la propia evolución de la ciudad.
a) La ciudad preindustrial: el casco antiguo
La parte antigua de la ciudad, urbanizada desde su origen, es el CASCO HISTÓRICO (también Casco Antiguo o Centro Histórico). Ocupa una pequeña parte de la ciudad actual pero tiene gran valor cultural. Los cascos históricos suelen tener unas características comunes:
- Murallas que defendían, garantizaban el cobro de impuestos y aislaban en caso de epidemias a las ciudades.
- Planos irregulares en las ciudades antiguas y medievales (musulmanas y cristianas). No obstante podían encontrarse planos radiocéntricos (alta Edad Media), lineales (por ejemplo en torno al Camino de Santiago) y en cuadrícula (ciudades de nueva planta romanas, barrocas…).
- Trama urbana cerrada, con edificación unifamiliar de baja altura.
- Usos del suelo diversos (multifuncionalidad): viviendas, comercios, talleres, edificios públicos…
- Coexistencia de distintos grupos sociales, aunque con cierta jerarquización. El centro era el lugar más destacado donde vivía la élite y se concentraba el poder político y religioso.
Pese a estas características comunes, encontramos diferencias según las aportaciones realizadas en los distintos momentos históricos:
1. Tras la etapa preurbana, las primeras ciudades de la Península deben su origen a las colonizaciones fenicia, púnica y griega (siglo VIII a.C.). Estos pueblos comerciantes fundaron nuevas poblaciones a lo largo del litoral mediterráneo entre las que destaca Cádiz, la primera ciudad de Occidente.
2. La época romana supuso un avance en la consolidación de la urbanización. La ciudad fue un vehículo de romanización y los romanos crearon un modelo propio, con plano en damero
derivado del campamento militar, estructurado en torno a dos vías principales: el cardo (de N a S) y el decumano (de E a O). En el cruce de ambas se encontraba el foro, que acogía a los edificios principales. Ejemplos: León o Tarragona.
3. La ciudad medieval:
Musulmana. Tenía un núcleo principal amurallado, la medina, donde se situaban la mezquita, el zoco y los barrios residenciales. Fuera de la muralla estaban los arrabales o barrios de trabajadores. El plano era irregular, con frecuentes callejones sin salida (adarves). Las fachadas de las casas eran sencillas y con pocos vanos. Ejemplos: Sevilla, Córdoba o Toledo.
Cristiana. La urbanización sufrió un retroceso. Sólo a partir del siglo X hay un resurgimiento de las ciudades propiciado por la apertura del Camino de Santiago y a la intensificación del proceso de Reconquista y de repoblación. Las ciudades estaban amuralladas, y en su centro solía haber un castillo o iglesia. Tenían plazas para el mercado. Aparecen planos de todo tipo.
4. La ciudad del Renacimiento. Durante esta etapa de prosperidad y crecimiento demográfico, la ciudad antigua y medieval se amplía con nuevos barrios de plano regular. Se construyen plazas mayores donde se instalan el ayuntamiento y el mercado. Desde estas plazas parten “calles mayores” de trazado rectilíneo.
5. La ciudad durante el Barroco y la Ilustración. Se busca su embellecimiento trazando amplias avenidas con perspectivas, grandes plazas, jardines, etc. Se construyen edificios monumentales religiosos y civiles, y se mejoran las infraestructuras de abastecimiento e higiene. Ejemplo: Aranjuez o el Madrid de Carlos III.
b) La ciudad de época industrial
Con la industrialización, durante el siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, las ciudades sufren modificaciones:
Las instalaciones industriales se establecen en la periferia urbana, junto a las principales vías de acceso a la ciudad, y junto a los puertos y estaciones ferroviarias. Los trabajadores que emigran a las ciudades industriales se instalan en barrios marginales surgidos alrededor del ensanche, a lo largo de los caminos que parten de la ciudad o junto a las industrias y estaciones ferroviarias.
Los barrios obreros se crean con planos desorganizados, tramas cerradas y densas y edificaciones pequeñas y de baja calidad. Se entremezclan residencias obreras, industrias, talleres y almacenes. Los servicios y equipamientos son escasos, siendo estos barrios focos de enfermedades infecciosas y descontento social.
El derribo de las murallas ya que suponían un obstáculo para el crecimiento y la movilidad de la ciudad. En algunos casos se crearon rondas de circunvalación (Valencia, Sevilla…) siguiendo el antiguo trazado de las murallas.
La llegada del ferrocarril, hito decisivo que mejoró las comunicaciones y cuya necesidad de espacio transformó importantes sectores extramuros: surgen nuevos barrios alrededor de las estaciones; las líneas férreas supusieron también barreras que influyeron en el crecimiento urbano y en las relaciones entre los distintos sectores de la ciudad.
Para adaptarse a las nuevas circunstancias urbanas, se pusieron en marcha una serie de operaciones:
Los proyectos de reforma interior para mejorar las condiciones de vida de la población. Se construyen cementerios, mataderos públicos y viviendas, acometidas de aguas, saneamiento,pavimentación de calles, etc. Pero, sobre todo, se abren nuevas calles o se alinean las ya existentes para adaptarlas a las nuevas necesidades de la circulación. Se abren grandes vías con edificios majestuosos siguiendo el ejemplo de París en ciudades como Madrid, Granada o Barcelona. En algunos casos éstas fueron trazadas dentro del casco antiguo.
Los planes de ensanche. El ensanche es un espacio nuevo que responde al deseo de crecimiento urbano burgués, recogiendo su idea de orden (plano ortogonal) e higiene (pavimentación, alcantarillado, abastecimiento de agua y zonas verdes). Se trazan calles ortogonales que forman grandes manzanas en las que se levantan edificios dispuestos en torno a un gran patio central. Son zonas de una calidad medioambiental muy alta destinadas a acoger las viviendas burguesas, por lo que terminan favoreciendo la segregación social en la ciudad.
Los primeros ensanches se hicieron en las ciudades más dinámicas, destacando el de Barcelona (Plan de Ildefonso Cerdá, 1859) y el de Madrid (Plan de José María de Castro, 1960). A lo largo de los siglos XIX y XX se difundieron a otras ciudades.
Por otro lado, la intensa urbanización durante el siglo XX causa profundos cambios en el paisaje urbano español, en la organización de la ciudad y en las condiciones medioambientales urbanas. Los hitos urbanísticos más significativos del período son:
La ciudad-jardín. Se basa en las ideas del inglés Ebenezar Howard, cuyo objetivo era acercar la naturaleza a la ciudad dotando a las viviendas de un huerto o jardín. Inicialmente se concibe para el proletariado, pero la escasa rentabilidad del proyecto hace que las empresas privadas lo orienten hacia las clases medias, dando lugar a zonas de mejor calidad. La idea se traduce en la creación de nuevas ciudades próximas a la gran urbe en muchas ciudades españolas (Vitoria, Málaga, Almería…).
La ciudad lineal de Arturo Soria en Madrid se inspira en ideas similares. Se concibe como una gran calle, de 40 metros de ancho, bordeada de manzanas de casas unifamiliares con huerto y jardín. Por ella discurren los servicios básicos (agua, alcantarillado, electricidad) y el transporte (ferrocarril y tranvías). Tuvo una enorme proyección internacional, y hoy en día está muy modificado, pues la mayoría de las viviendas unifamiliares han sido sustituidas por bloques, oficinas y centros comerciales.
Los barrios marginales de infravivienda o chabolas. Surgen sobre suelo ilegal sin organización urbanística. Las viviendas son de autoconstrucción (con materiales de desecho) y carecen de servicios básicos (agua, luz, saneamiento…). La mayor expansión se da en los años 50 por el éxodo rural, especialmente en las grandes ciudades. Con el tiempo algunos de estos barrios se integran en la ciudad (como el Pozo del Tío Raimundo en Madrid o Camp de la Bota en Barcelona). Hay que mencionar que en la actualidad el problema se ha acrecentado, ligado a la inmigración y la marginalidad.
Los barrios de viviendas de promoción oficial. De gran desarrollo entre 1940-60. Se construyen con ayuda estatal y se limita el precio de venta o alquiler. Suelen ser barrios de trama abierta, con viviendas unifamiliares o bloques y poca calidad, así como graves carencias de equipamientos y servicios.
c) La ciudad de época postindustrial (a partir de los años 70)
Los polígonos residenciales de promoción privada. Ya en los años 60 comenzó la construcción de bloques exentos de elevada densidad residencial, viviendas pequeñas y de baja calidad, en zonas sin equipamientos sociales. En ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao se van borrando los límites entre el espacio urbano y el rural, al absorber las grandes ciudades a los municipios rurales próximos.
Las áreas de vivienda unifamiliar. Proliferan en la periferia desde los años 80, por el deseo de la clase media de tener contacto con la naturaleza y facilitado por la generalización del automóvil. Presentan trama abierta y edificación individual en viviendas exentas o adosadas. El uso del suelo es básicamente residencial.
Las áreas industriales y de equipamiento en la periferia. Se localizan junto a las principales vías de acceso a la ciudad, buscando la proximidad urbana y suelo abundante a precio asequible. Junto a antiguos polígonos industriales aparecen modernos parques tecnológicos y empresariales. También surgen áreas de equipamiento (grandes superficies comerciales, centros sanitarios, etc.) fruto de la actual descentralización de las actividades económicas hacia la periferia urbana.
6. EL PLANO DE LA CIUDAD
Cuando hablamos de morfología urbana hacemos referencia al aspecto que presenta la ciudad. Dicha morfología está influida por los siguientes factores:
El emplazamiento. Es el lugar concreto en el que se asienta la ciudad (un cerro, un estrecho, un valle, una isla…)
La situación. Se refiere al entorno geográfico de la ciudad, es decir, a su localización con respecto a otros lugares o regiones (el centro de un país o una región, un área costera, una zona rica en recursos naturales, un encrucijada de caminos…)
Pero si hay un elemento importante a la hora de analizar la morfología de una ciudad ese es el plano. Un plano es una representación gráfica de las superficies construidas (viviendas, edificios públicos…) y de los espacios libres (calles, plazas, parques…) de una localidad. Nos muestra el desarrollo de ese lugar a lo largo de la historia.
Se suelen distinguir tres tipos de plano:
El plano irregular. Se compone de un complejo entramado de calles estrechas y cortas y callejones sin salida. No responde a una forma geométrica determinada.
El plano radiocéntrico. Tiene un centro del que parten calles radiales, cortadas por otras en forma de círculos concéntricos. Puede ser regular o irregular.
El plano ortogonal, en cuadrícula o damero. Está formado por calles rectas que se cortan perpendicularmente.
El plano lineal. De forma alargada, suele ser producto de la adaptación al valle de un río, a la costa o a un eje de comunicación.
Dentro de las superficies construidas de un plano podemos observar:
* La trama urbana. Es la disposición de los edificios. Puede ser cerrada (si los edificios se disponen unos junto a otros) o abierta (cuando los edificios dejan amplios espacios libres entre ellos).
* La edificación. Puede ser colectiva y en altura (bloques y torres) o individual (viviendas exentas o adosadas).
7. LA ESTRUCTURA URBANA: LOS USOS DEL ESPACIO EN EL INTERIOR DE LA CIUDAD
La estructura de la ciudad está condicionada por las funciones a las que se destina el suelo urbano. Se pueden distinguir varias zonas: el centro, las áreas residenciales, las áreas industriales, las áreas comerciales, las zonas verdes y el área suburbana.
a) El centro. En España, como en las ciudades europeas, se corresponde con el casco histórico (que puede o no coincidir con el centro de negocios). Es la zona más antigua de la ciudad, y en ella se concentran edificios singulares de gran valor histórico (ayuntamiento, iglesias...).
En este espacio se desarrolla una gran actividad comercial y se localizan establecimientos de ocio y las principales instituciones financieras. Está bien comunicado y suele contar con mucho trafíco tanto de vehículos como de peatones. El precio del suelo es elevado.
b) Áreas residenciales. Se sitúan por toda la ciudad, y se pueden clasificar atendiendo al nivel económico de sus habitantes:
Barrios de grupos sociales acomodados, con viviendas, servicios y equipamientos de calidad.
Barrios de grupos sociales menos acomodados, con menos servicios y tanto éstos como las viviendas de menor calidad.
c) Áreas industriales. Tradicionalmente se situaban en el centro de la ciudad, próximos a una estación de ferrocarril o a un puerto. Pero actualmente, debido al impacto medioambiental que producen, se localizan en la periferia urbana, cerca de las grandes vías de comunicación. Sólo las industrias no contaminantes se instalan en zonas residenciales.
d) Áreas comerciales. Aunque el comercio se distribuye por todo el espacio urbano, puede establecerse
la siguiente clasificación:
· Pequeño comercio. Se localiza en las áreas residenciales.
· Comercio especializado y grandes almacenes. En el centro.
· Grandes superficies comerciales (hipermercados y centros comerciales). Suelen localizarse en la periferia de las ciudades.
e) Zonas verdes. Son áreas no edificadas en las que predomina la vegetación y que se distribuyen por toda la ciudad. Son espacios para el ocio beneficiosos para el medio ambiente y que mejoran la imagen de la ciudad. Sus dimensiones son variables, desde los pequeños jardines de las áreas residenciales hasta los grandes parques metropolitanos.
f) Área suburbana. Es una zona que antes era rural y que se ha convertido en urbana como consecuencia del crecimiento de las ciudades. En ella se localizan servicios e industrias, así como zonas residenciales que constituyen los llamados “barrios dormitorio” (en los que predomina la función residencial).
Por otro lado, no podemos dejar de hablar del urbanismo, que se encarga de la planificación urbana, es decir, de proyectar nuevos espacios para el futuro crecimiento de la ciudad, o de transformar los existentes en función de la demanda social de cada momento.
Desde 1975 el urbanismo español ha estado marcado por:
Las Comunidades Autónomas han adquirido competencias en urbanismo. También se ha desarrollado el planeamiento urbanístico municipal mediante diversos planes, entre los cuales destaca el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como instrumento básico para la ordenación urbanística integral del municipio (usos del suelo; clasificación del mimo en urbano, urbanizable y no urbanizable; densidad edificatoria, red viaria, equipamientos, medidas de protección ambiental, etc.).
Una mayor participación de la ciudadanía en la planificación urbana, a través de organizaciones ciudadanas que reclaman medidas concretas para mejorar la calidad de vida de sus barrios.
📹Vídeo tutorial sobre el tema:
https://drive.google.com/file/d/0B8rc8wbY1AkQRjVZZmtPaWFHRFE/view?usp=sharing
Proceso urbanizacion en España from Profesora Geografía e Historia IES
*Vocabulario del tema:
https://docs.google.com/document/d/1SDblT5CGnMVUM8-ReuKltC4wmYFf6fdyz973Cy3kp3E/edit?usp=sharing
*Apuntes sin imágenes:
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*Actividades de las fotocopias (a color):
https://drive.google.com/file/d/0B8rc8wbY1AkQQkFzTnhyaks2dTA/view?usp=sharing
*Actividades voluntarias:
*Prácticas del tema:
*Vocabulario del tema:
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*Apuntes sin imágenes:
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*Actividades de las fotocopias (a color):
https://drive.google.com/file/d/0B8rc8wbY1AkQQkFzTnhyaks2dTA/view?usp=sharing
*Actividades voluntarias:
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